viernes, 15 de agosto de 2008

Paseo a Bibai. 10 de Mayo de 2008.



















Con un grupo de extranjeros de la Universidad fuimos a Bibai, ciudad que queda a unos 40 minutos de Sapporo hacia el Norte.




















El grupo estaba compuesto de estudiantes que venían principalmente de Indonesia, Siria y países Africanos. El conductor y principal organizador del paseo, era un cura alemán que ha vivido más de 40 años en Japón.



















Desde un mirador.












































La Plaza de Arte Bibai es un parque de esculturas en la montaña donde hay cuarenta esculturas del escultor japonés de renombre internacional Kan Yasuda.



















Esta escultura o instalación representa (según el cura alemán) las puertas del futuro, presente y pasado. La puerta del pasado está desconectada de la puerta doble (presente y futuro), pues el pasaso es inamovible, mientras que presente y futuro se conectan en la posibilidad que tenemos de modificarlos.










































Camino en donde empieza el tiempo



















Y aquí me ven frente al presente y futuro. No sé si modifiqué mi futuro ese día... tal vez sí.

























Aquí estamos con Vicki, mi amiga de Hon kong.



















Piscina de inmaculadas piedras blancas.








































A ver si alguno de los dos logra mover esta piedrecita blanca.

































































































































Estos caballitos no estaban dentro del parque, los encontramos en el camino hacia Bibai. Siempre se habla de que en Japón se ven pocos caballos, y bueno, estos al menos son fáciles de montar.
















Al parecer, antiguamente esta fue una zona donde se encontraban caballos con facilidad.






















A la hora de la cena nos llevaron a un Jardín infantil en donde el padre alemán es direcctor. Allí nos tenían preparado toda clase de verduras, arroz y carne que pusimos a cocinar al estilo barbecue sobre nuestras propias mesas. Al terminar de comer, el padre se puso a hacer un show de mago, y luego vinieron toda clase de canciones y juegos. Aquí se ve feliz de la vida disfrazado de punk y bailando.




Algunos estudiantes también se animaron con el disfraz. Lo pasamos muy bien con sus bailes y presentaciones.






























Al llegar la noche nos llevaron a un lago precioso con los árboles iluminados de distintos colores. La verdad es que el lugar era bastante mágico. Me impresionó mucho llegar ahí, pues no tenía ninguna espectativa. Nos habían dicho muy poco antes de llegar, y al ver este espectáculo me llevé una grata sorpresa.


En una de las esquinas del lago había una tarima en la que un japonés hizo un baile muy enérgico tocando unos enormes tambores que estaban al fondo.
Y para rematar el show, fuegos artificiales!!
























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Fin de la Entrada
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Valita!!!

Me encanta mirar tus fotos y saber de tus anécdotas... se nota que en Japón lo estás pasando super super!!!
sigue sigue contándome de tí a través de tus fotitos!!

abrazooooooo
Caro